martes, 2 de septiembre de 2014

QUILOTORAX

Es la acumulación de quilos (quilo es el término que se emplea para denominar el fluido linfático) dentro del espacio pleural. Generalmente es resultado de una alteración en la dinámica en el fluido linfático a través del ducto torácico, este resultado de la ruptura o erosión del conducto torácico. (Smith & Jones, 1962) El líquido es lechoso y se descubre una elevada proporción de linfocitos y proteínas, es de aspecto lechoso por la presencia de quilomicrones. (Chandler & Hilbery, 1990)


Es causado por extravasación de los grandes conductos linfáticos en la cavidad pleural. A veces procesos en apariencia espontáneo. Pueden vincularse al traumatismo o tumores del mediastino. (Santos, 1982) Cuando el quilo se ha acumulado en la cavidad toracica, bloquea u obstruye los vasos linfáticos, hace que los vasos se dilaten y que afectan el tejido que cubre los pulmones y recubre la cavidad torácica interna. (Rodríguez, 2006)

ETIOLOGÍA

El quilotórax se divide en dos grupos: traumático y no traumático.
El traumático suele deberse a heridas penetrantes del cuello o el tórax que lesionan el conducto torácico, a veces es una complicación de las cirugías, o bruscas hiperextensiones de la columna (Chandler & Hilbery, 1990), fractura de vértebras o aplastamientos. (Smith & Jones, 1962)

El quilotórax no traumático en cambio está originado, entre otras causas, la causa más frecuente de quilotórax en el 50% de los casos es neoplásica y el 75% de las mismas son linfomas y el 25% tumores del mediastino que provocan obstrucción del conducto torácico y hacen imposible el drenaje de la linfa al sistema venoso. (Santos, 1982)  
Los trombos que ocluyan la vena cava craneal pueden inducir la formación de quilotórax por tales mecanismos, ya que provocarían un aumento de la presión hidrostática dentro del capilar linfático por aumento de la presión venosa en la cava previa a la oclusión parcial o total. (Fidalgo, 2003)

Un 15% de los quilotórax se consideran idiopáticos, aunque antes hay que descartar la existencia de una neoplasia. En un 10% se incluye una miscelánea como defectos congénitos de los linfáticos. (Barranco,  2012)

Luchar contra la respiración es el primer signo del quilotorax, pero si se ha acumulado líquido poco a poco, la enfermedad puede haber existido antes de la aparición de problemas respiratorios. Los pulmones se suelen agrandar y aumenta la frecuencia respiratoria. (Rodríguez, 2006)

MODELO DE CAVIDAD TORÁCICA NORMAL


MODELO DE CAVIDAD TORÁCICA CON QUILOTÓRAX




Bibliografía

Chandler, E. Y Hilbery, A. (1990). Medicina y terapéutica felina. España: Tipo-Line.

Fidalgo, L. (2003). Patología médica veterinaria. España: Universidad Santiago de Compostela.

Rodríguez García, J. (2006). Quilotórax en el perro y gato. Recuperado de http://www.ivis.org/proceedings/navc/2006/SAE/541.pdf?LA=1

Santos, J. (1982). Patología especial de los animales domésticos. México: Interamericana.


Smith, H. y Jones, T. (1962). Patología veterinaria.  México: Hispanoamericana.

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